Legalización de la marihuana en tiempos modernos
Entrevista a Patricia de los Ríos
Por: Irene Adad
28 de octubre, 2019
La Dra. Patricia de los Ríos es profesora de tiempo completo en la Universidad Iberoamericana (CDMX) en el Departamento de Ciencias Sociales y Políticas. Hizo la Licenciatura en Sociología y su Maestría y Doctorado en Ciencia Política. Además, es una atenta seguidora al debate sobre la legalización de la marihuana en México. Gracias a la entrevista realizada, conoceremos un poco más de la situación así como de los argumentos a favor y en contra.
¿Qué nos puedes comentar sobre la situación legal de la marihuana para usos médicos y recreativos?
Dra. de los Ríos: Lo más importante que ha habido hasta ahora son las diversas resoluciones de la Suprema Corte. Ya hay cinco resoluciones y una jurisprudencia firme. Por un lado, la Corte le ha solicitado al Congreso que ya se debe legislar. Por otro lado, la Cofepris, que ya había hecho una serie de recomendaciones, tendría la obligación de hacer el reglamento relacionado con la parte de salud; sin embargo, no lo ha hecho.
En fin, creo que estamos ante una oportunidad de oro. Gracias a que en Estados Unidos la mitad de los estados la tienen legalizada, no habrá las presiones que ya hubo en México. Hay que recordar que durante la época de Lázaro Cárdenas muchas drogas estaban despenalizadas… ¿Sabes cuánto duró? ¡Cuatro meses!
¿Por qué? Porque el gobierno de Estados Unidos presionó. Incluso con el propio gobierno de Enrique Peña Nieto, cuando se trató de hacer, las presiones del gobierno estadounidense no se hicieron esperar. Sin duda, el tema de la cannabis tiene implicaciones de orden internacional. Hay países como Portugal y Holanda donde el consumo está despenalizado desde hace tiempo. En América Latina son una tragedia las guerras contra las drogas, porque los muertos los ponemos nosotros y los consumidores los pone Estados Unidos. Resulta que varios presidentes cuando terminan su período lo dicen claro: la política sobre las drogas es totalmente equivocada, hay que regularlas. Pero claro, lo dicen cuando ya salieron porque cuando están en el Gobierno reciben muchas presiones. Por eso, creo que estas dos semanas próximas son una ventana de oportunidad extraordinaria para que México cambie su política,al menos en el tema de la cannabis.
¿Cómo ves el panorama del debate actualmente?
Dra. de los Ríos: Acabo de ver un documental llamado Las Sanadoras que recomiendo mucho. En él, se explica muy bien el problema. A ver, yo no soy doctor, bueno soy Doctora en Ciencia Política pero no médica… No está comprobado que la cannabis cure (por lo menos eso se dice en el documental); pero indudablemente, en muchos tipos de enfermedades como la epilepsia o el cáncer, la cannabis mejora de manera notable la condición de vida de las personas. Así que es urgente que la Cofepris ya reglamente esto. El gran problema que existe es la legislación sobre el uso en general de la cannabis. Es decir, la legislación para usos lúdicos e industriales porque es una planta con unas cualidades extraordinarias. Si no se legislan todos sus usos quedando todo bien especificado, esto podría acabar en que los grandes tiburones internacionales sean los que hagan el gran negocio de una planta, cuando en realidad se debe buscar que las personas puedan cultivarla para ayudar a sus familiares.
En el documental mencionado, hay una mujer que tenía cáncer y preguntaba qué podía hacer. Yo pregunto, ¿por qué esas personas no podrían cultivar sus propias plantas y hacer sus propios preparados para mejorar sus condiciones de salud? Por eso insisto, desde el lado legislativo estamos en las dos semanas cruciales (por lo menos en el corto plazo) porque se estará discutiendo la iniciativa de ley que propuso la Dra. Olga Sánchez Cordero.
El tema de la cannabis es muy importante que se legisle de manera fina porque tiene implicaciones para la agricultura, para los campesinos, para la comercialización, para la guerra contra las drogas que implica la militarización y con la catástrofe que vivimos. Ahora, suponiendo que se apruebe una ley perfecta, de todas maneras es un tema muy complejo que no es el bálsamo de Fierabrás del Quijote. O sea, eso no va a curar el terrible problema de violencia que tenemos en el país; pero sí va a promover que haya más información, al igual que impedir el estigma contra la planta y sus consumidores, sea para fines médicos o recreativos.
El uso medicinal en muchas comunidades se ve bastante claro en el documental de Las Sanadoras. Me refiero a que es gente que lo hace por no tener acceso a la Salud Pública y, aún así, son perseguidas.
Dra. de los Ríos: Bueno, no han sido perseguidas pero tienen la espada de Damocles encima pues están haciendo algo ilegal de acuerdo con la legislación actual.
Una señora lo denuncia en el documental: tenía que ir a Estados Unidos y pasar la marihuana ilegalmente para ayudar a un familiar enfermo. Entonces, tiene que comprar la cannabis en dólares y gastar una fortuna. ¡Eso es clasismo! Si tienes un hijo o un hermano con problemas, la marihuana es una planta que perfectamente podrías cultivar en tu patio. Definitivamente, es una contradicción que una planta cultivada y producida en grandes cantidades en México, haya que comprarla en el extranjero.
¿Crees que los legisladores están bien informados para poder generar leyes adecuadas al contexto de México y nuestras realidades?
Dra. de los Ríos: Yo creo que sí, hay varios que llevan un rato informándose, por ejemplo, Jesusa Rodríguez. Se han hecho muchas audiencias públicas en el Senado y en la Cámara de Diputados. Es decir, la información está ahí pero también el estigma porque es una planta que en México era de uso popular. Como decía alguien en la presentación de Las Sanadoras, “era una cosa de las abuelitas, en México la marihuana hace 100 años se usaba para la reumas”. En cambio, ahora el estigma es contra los jóvenes y contra la gente que la quiere usar con fines médicos. Ojalá que los legisladores tengan el valor y la visión a mediano plazo de la catástrofe que vivimos en el país en términos de violencia. No va a resolver el problema de manera definitiva, pero contribuirá a que sea menos grave de lo que es hoy.
¿Cómo crees que se vería afectado el narcotráfico con la legalización? ¿Sabes qué porcentaje del negocio del narcotráfico representa la venta de marihuana?
Dra. de los Ríos: No sé, por una razón: su consumo es muy extendido, pero en la mitad de los Estados Unidos ya está legalizado el uso lúdico. De modo que lo que fue una exportación muy importante de México, hoy ya se está produciendo masivamente en aquel país, en invernaderos con métodos científicos muy avanzados. Lo que sí sé es que hay otras drogas que generan mucho más riqueza como los opioides o como la cocaína. Una cosa es lo que cuesta la goma que produce el campesino mexicano, el laboratorio que la procesa y el traslado hasta Nueva York o Chicago. Me refiero a que lo que cuesta un kilo de goma de coca en un campo en México y en lo que se vende en Nueva York es totalmente distinto.
Es muy importante legalizar la cannabis para darle todos el potencial que tiene. No olvidemos que también tiene usos industriales muy importantes a futuro. Incluso la planta tiene características importantes para limpiar la tierra; cuando se siembra absorbe muchas cosas malas. Entonces, si se logra que pase esta legislación, será un proceso de irla ajustando a las realidades en México y a los usos que se le de.
También he visto que se discute sobre distintas adicciones como si fueran una misma. ¿Cómo ves tú, desde la perspectiva sociológica y política, la comparación entre alcohol, tabaco y marihuana?
Dra. de los Ríos: El año pasado y el antepasado no hubo ninguna persona muerta por sobredosis de marihuana, ni una. A comparación, hay que ver las cifras de la cantidad de muertos que causa el alcohol y los accidentes de tráfico que, habitualmente, es la primera causa de muerte.
Otra droga que no es una droga pero que le hace un daño terrible a México es el azúcar, porque los gastos que tenemos en materia de diabetes son brutales. Entonces, hay que hacer mucha más investigación científica y esto se facilitará en el momento en que se quite el estigma.
En términos de adicción, ¿cuál es el mito? El mito es que la marihuana es la puerta de entrada a todas las otras drogas. Otro problema que yo veo, desde un punto de vista de investigación social, es la forma en que se hacen las encuestas.Si se pregunta “¿se fumó usted un churro el año pasado?”, no es lo mismo que una persona lo haya probado una vez que la que fuma uno diario. Es decir, cómo se puede averiguar cuánto ha aumentado, o no, el consumo de marihuana y cuáles son sus efectos.
Sí, sin duda tiene que haber mucha más información en el sector de la salud y de la educación, al menos para no satanizar ni estigmatizar. Lo mismo con el tabaco y el alcohol porque puede ser muy fácil en una escuela decir “no hagan esto porque se van a morir”, pero es insuficiente. Hay que informar.
Dra. de los Ríos: Sí claro, indudablemente sustancias como el tabaco generan adicciones muy graves. Pero, entonces, ¿qué haces? Das información a las personas pero no las satanizas; que haya un espacio donde se pueda fumar pero no tienen que hacerlo encima de los que no fumamos. Lo mismo se tiene que hacer con la marihuana.
Un asunto fundamental con la despenalización es el tema de la calidad. Las personas adultas que la consuman podrán hacer auto cultivos o tener acceso a puntos de venta con control de calidad. Por ejemplo, tengo entendido (porque yo ya soy muy viejita para ir a esos lugares), que en grandes fiestas de jóvenes, algunas organizaciones han puesto una especie de laboratorios para que puedan saber que se están metiendo. El problema de que todo esto sea ilegal es que no hay ningún control sobre el proceso de cultivo y elaboración. Por lo tanto, una cosa muy importante es la reducción de riesgos. Que no se venda cerca de las escuelas, que los niños pequeños no estén cerca de eso, que cada quien tome su propia responsabilidad. Eso ya lo habíand dicho Aristóteles y el budismo: tomar “el camino medio”. Es decir, a mí me gusta tomar café pero si yo me tomara 20 tazas al día estaría muy alterada. No puedo tomar café después de las cuatro de la tarde porque no duermo. Yo tomo dos litros de agua al día, si tomara veinte, me muero. Ahí lo que hay que hacer es informar. Quitar los estigmas y que todo el mundo sepa.
Otro punto importante es contrastar el estigma que conlleva racismo. Tan sólo ve la catástrofe qué ha sucedido en Estados Unidos con los opioides, especialmente a los jóvenes afroamericanos. ¿Quién se los recetó? Los doctores. Sí, es terrible. Entonces lo que tenemos que hacer es informar, porque la gente se está empastillando. La gente toma antidepresivos como si fueran dulces. Hay que tener información verídica de cuáles son los efectos. Por ejemplo, el alcohol es una droga terrible porque causa muchos problemas. ¿Queremos prohibirlo? ¡Por supuesto que no! Ya vivimos la experiencia de lo que sucedió cuando se prohibió: aumentó el gangsterismo y la producción de alcohol proliferó sin controles de calidad. ¿Qué queremos con el alcohol? Alcoholímetro. Queremos que se paguen impuestos. Igual con el cigarro, los que deciden libremente fumar, saben cuál es su responsabilidad.
Bueno, ya mencionaste el ejemplo Portugal, pero ¿en qué país te parece que hay una buena legislación que podría servir como modelo en México?
Dra. de los Ríos: Portugal sería un ejemplo porque vivió una tragedia muy grande. Cuando termina la dictadura y la gente se siente libre, empieza a consumir drogas que estaban prohibidas. Hubo muertos y adictos. Canadá también tiene políticas no punitivas. Es decir, no meten en la cárcel a la gente que está consumiendo. En otros lugares tienen políticas más liberales donde, por ejemplo, hay clubes cannábicos. Se juntan un número de personas que van a hacer un uso adulto de la planta para cultivarla, pero no pueden plantar más de un número establecido de plantas. Hay muchas fórmulas diferentes. Yo creo que en México, mucha gente ha estudiado los diversos aspectos de los modelos. El exsecretario Enrique de la Madrid sugería despenalizarla por razones turísticas, por ejemplo en Cancún. Yo creo que es mucho mejor una legislación federal que cubra todo el país. Que no dependa de si los estados son liberales o conservadores. En términos de derechos humanos no hace sentido decir: “Los turistas pueden consumir y los mexicanos no tienen ese derecho”. Sería un problema de derechos. Hay una amplia experiencia en el mundo en la cual México se puede inspirar.
Adelantándome un poco, pero además de la marihuana, ¿se debería debatir sobre la legalización de otras sustancias?
Dra. de los Ríos: Yo personalmente creo que sí.
Todas las drogas pueden tener usos medicinales. Pienso en los opioides, pueden paliar el dolor; el problema es si empiezas a hacerte adicto a un opioide porque te dolió la cabeza o el estómago. La gente tiene que tener información. Ahora se está acusando a las farmaceuticas que los producen, porque sin que tú sepas, te recetan y venden una droga legal que te puede convertir en un adicto.
Por otra parte, hay que proteger las sustancias que se han consumido en México como los hongos y el peyote. Es un uso que tiene miles de años. Tengo entendido que el peyote se está extinguiendo. Hay que discutir sobre áreas naturales protegidas que tienen que tener su propio desarrollo biológico. Debemos proteger las tradiciones al igual que a los campesinos que los cultivan. Una vez que se discuta e informe sobre la marihuana, deberemos poner en la mesa de discusió todas las demás sustancias.